miércoles, 9 de abril de 2014

Pastillas para no soñar

Recuerdo cuando la verdad salió a la luz y mi familia me llevó al pueblo con ellos, que mi tía me llevó al médico para que me hiciera un parte de lesiones. El médico además me recetó Orfidal, unas pastillas para dormir y calmar el estado en el que estaba. 

Las tomaba todas las noches porque así me lo había dicho el médico. Yo pensaba por el nombre que era pastillas para dormir por lo que una noche consideré que podría dormir por mi misma sin la ayuda de medicación y decidí no tomármela. 

Entonces me di cuenta. No eran pastillas para dormir. Eran pastillas para no soñar. O por lo menos pastillas que hacían que durmiera tan profundamente que si soñaba al día siguiente no era capaz de recordar nada. Aquella noche fue horrible. Despertarme empapada en sudor con Jose haciéndose dueño de mis sueños. Pero por aquel entonces las pesadillas eran diferentes. En aquellas era a él al que hacían daño, eran pesadillas sobre lo que podría pasar si se enteraban que seguíamos estando en contacto. Al día siguiente volví a tomarme la pastillita y otra vez todo en orden. Dulces sueños Jenn. 

Ahora los sueños feos han vuelto. Y ojalá fueran sobre gente haciéndole daño porque entonces no los llamaría sueños feos y no alterarían mi humor cuando me despierto. No me afectarían lo más mínimo. Ahora es él el que hace daño. Y yo la tonta que está ahí para permitírselo. 

Cómo se controlan los sueños? No quiero volver a medicarme. No quiero tener que depender de una pastilla para evitar los sueños feos porque no me pasa todas las noches y hay noches con sueños preciosos que no me quiero perder por culpa de él. No quiero perderme más cosas por él. 

La clave está, diréis, en hacer que no me afecte por el día lo que sueño por la noche no? A vosotros os quiero yo aquí, con esa sensación en el cuerpo al despertar. No puedo controlarlo. 

Sabina pedía en la farmacia pastillas para no soñar. Yo me conformo con unas para no soñar feo. 

sábado, 5 de abril de 2014

Grrrrrrrrr

Hoy estoy insoportable. No me aguanto ni yo. He pasado una noche horrible, soñando. No son pesadillas propiamente dichas. No hay miedo, ni angustia, ni correr a velocidad de tortugas. No. Yo lo llamo "sueños feos" y en realidad son mucho peor que pesadillas porque está él. Invadiéndolo todo. 

La angustia viene cuando me despierto y recuerdo lo que he soñado. Creo que no son recuerdos. Son, no sé que son pero ahí están y ahí estamos. Y entonces viene la tristeza y el intentar volver a dormir para ver si puedo soñar con otra cosa. Si puedo hacer que desaparezca. Pero ahí siguen, ahí sigue.

No me importa que ocupe mis pensamientos mientras estoy despierta, consciente, cuando puedo manejar mi mente y ser racional. Pero en sueños es horroroso. Mi inconsciente se desata e imagina y sueña con lo que le da la gana. Y recrea situaciones. Y a veces hasta le hace bueno. Y eso lo odio. 

Odio es lo que siento cuando tengo estas noches. Porque no me apetece hacer nada cuando me levanto, porque todo me molesta, porque todo me enerva y me saca de mis casillas.

Y si nunca me curo? Y si mi castigo por todo lo que pasó, por todo el daño que causé no fue sufrirle a él, sino que es no poder volver a ser normal? No poder hacer que no me afecte. 

Bueno por lo menos ahora he cambiado el odio por la tristeza..