martes, 2 de noviembre de 2021

 Siempre que alguien me dice que ha leído el Blog, la primera reacción que me sale es decir "lo siento".

Lo siento porque sé lo que hay escrito aquí, porque sé lo duro que es lo que aquí se cuenta y porque soy capaz de imaginar lo que alguien que me conoce, ya sea mejor o peor, puede sentir al leerlo.

La segunda reacción que me sale es esperanza. Esperanza de que cada una de las personas que lo ha leído pueda sacar algo positivo de aquí. Ya sean herramientas de cara a tener que ayudar a alguien a lidiar con algo así o simplemente consciencia. Consciencia de que esto es una realidad. Que no es un caso aislado. Y que sobre todo es algo que nunca sabes a quien le puede pasar ni en qué momento de su vida.

Creo que nadie que me conociera antes de Jose pudiera llegar a pensar que a mí me pudiera pasar algo así, ni siquiera algo parecido o en un nivel menor.

Yo no era una persona insegura, no era una persona débil, no tenía complejos. Era un persona extrovertida,  cariñosa, feliz, con amigos y familia a mi alrededor 24/7. Criada en un ambiente super abierto y con ideas y pensamientos acordes a mi edad y mi tiempo. Feminista, luchadora, si bien super romántica y de las que lo dan todo en una relación y no se rendía fácilmente, tampoco de las que se dejaban pisotear por nadie.

Y sin embargo llegó un pequeñísimo bache en el momento justo en que gente nueva entraba a mi vida. Coincidir en el momento equivocado con la gente equivocada. Y de ahí derechita a los infiernos.

Así que sí, cada vez que sé que alguien ha dedicado parte de su tiempo a leer esta historia, que es mía pero podría ser de muchas otras, me quedo con la esperanza de que saquéis algo positivo de todo esto, aunque solo sea precaución, cuidado y tener los ojos abiertos.

Hoy hablaba con una amiga de todo esto y creo que es importante que sepáis que si conocéis a alguien en esta situación, sé que es difícil, sé que habréis intentado mil cosas y que desespera ver que no funciona. Desde mi experiencia os diré que da igual lo que la gente te diga ni las veces que te lo diga. Porque el cambio no llega hasta que uno mismo decide que llegue, que está listo. Pero lo que sí es super importante es que hagáis saber a esa persona que no está sola. Y que sepa que el día que decida por si misma que las cosas tienen que ser diferentes, estaréis ahí. Porque si algo recuerdo de los muchos motivos por lo que me quedé y no me fui antes era el miedo a estar sola. A no tener a nadie. A que nadie viniera a perdonarme por alejarme y por el dolor causado. 

Gracias a todos los que habéis formado parte de mi proceso. 

Pero sobre todo a los que estuvieron allí y siguen hoy aquí. Sé que no fue fácil. 

Os quiero, Jenn.

P.d Si tienes preguntas, pregunta. Soy consciente lo que supone leer esto. Soy consciente de la cantidad de dudas y de ideas que te pueden venir a la mente. Este blog sigue aquí tanto tiempo después porque sigue cumpliendo su función. No me va a doler, ni me va a incomodar hablar del tema ni resolver dudas. Y si estás aquí y has llegado hasta aquí es por algo. 

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